El sector público avanza hacia la denominada Administración digital con un objetivo doble: primero, el ahorro de costes, y segundo, la adaptación a las nuevas demandas de consumo y comunicación con los ciudadanos.
El sector público requiere de un esfuerzo mayor para alcanzar una digitalización óptima y transversal que abarque a toda la ciudadanía. Se trata de una transformación a gran escala en la que se tiene que analizar un cambio generalizado, todo ello sin olvidar la eficiencia propia del sector público.